¿Por qué vacunar a los niños y adolescentes contra SARS CoV-2?

Dra. Marcela Potin, infectóloga pediátrica UC.

Si todavía quedan muchos adultos que no se han vacunado contra COVID-19, surge la pregunta de si es razonable desviar recursos a la inmunización de niños y adolescentes. Especialmente si se considera que en este grupo el curso de la infección es generalmente más benigno, con una alta proporción de infecciones asintomáticas o con síntomas leves.

Una excepción a este curso benigno, por cierto, la constituye el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (PIMS) que, aunque es poco frecuente, requiere en el 80% de los casos el manejo en unidades de cuidados intensivos y puede causar muertes. Otra preocupación es la agresividad de COVID-19 en niños con obesidad severa, condición que es cada vez más prevalente en Chile.

Es claro que la pandemia nos ha enseñado que cada medida  de control debe considerar no solo  aspectos médicos directos del COVID 19 sino sus efectos  económicos, sociales,  así  como  el impacto en otra áreas de la salud humana.

En el caso de niños y adolescentes la grave afectación de la salud mental y del neurodesarrollo de los más pequeños es un aspecto que debe gravitar en la decisión de inmunizar.

Una encuesta realizada en agosto 2020 a cerca de 5000 padres de prekinder a cuarto básico en 4 comunas de la Región Metropolitana   mostró que un cuarto de los niños tenían sentimientos de tristeza, desánimo y un  70% irritabilidad  y cambios en el apetito.

Los niños y adolescentes no han podido disponer de espacios de juego, deporte o recreación, fomentándose el sedentarismo y excesivo uso de pantallas lo que ha contribuido a un incremento de la obesidad sin precedentes en niños. Todos estos aspectos se agravan en zonas rurales y en grupos más vulnerables.

El regreso a clases presenciales es indispensable para intentar reducir las brechas educacionales agravadas por la pandemia. Adicionalmente, el uso de vacunas en niños contribuirá a aumentar la inmunidad de rebaño pues es esperable que una vez vacunada la población adulta, el nuevo coronavirus y sus variantes busquen perpetuarse en huéspedes aún no vacunados.

Afortunadamente, existe camino adelantado y ya se dispone de una vacuna autorizada para uso de emergencia,  la vacuna de RNAm Pfizer  BioNTech,  aprobada en mayo en EEUU y en Chile, en el grupo de 12  a 16 años. Esta vacuna mostró mejor inmunogenicidad que en sujetos adultos y una eficacia de 100%  en niños de 12 a 16 años, aunque con más reacciones sistémicas.

Así mismo un estudio multicéntrico con la vacuna inactivada de Sinovac se iniciará en varios centros de nuestro país en niños entre 3 y 17 años buscando estudiar respuesta inmune, seguridad y eficacia.

Otras vacunas que se ensayan en niños son la vacuna RNAm de Moderna que se estudia en niños de 6 meses a 12 años, o una  vacuna inactivada de Bharat Biontech Internacional Ltd  que se ensaya en niños de 2 a 18 años y  una de las  vacunas en vector de adenovirus  del laboratorio Cancino.  Confiamos en que en los países en que se ha logrado vacunar al personal de salud, adultos mayores y grupos vulnerables se pueda incluir progresivamente la protección de los niños, niñas y adolescentes que sufren las graves consecuencias de esta dura pandemia.

Te invitamos a revisar los siguientes estudios que pueden complementar la información sobre este tema.

Estudio U. de Chile identifica el impacto de la cuarentena en la salud mental de escolares y preescolares.

Impacto de la pandemia en  el aumento de la obesidad.

También queremos compartir con ustedes el siguiente video en el que el doctor Pablo Vial llama a priorizar la vacunación de los adolescentes para llegar finalmente a los niños menores con el propósito de alcanzar la inmunidad de rebaño y despejar ese factor de transmisibilidad.

 

 

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