Tos convulsiva, más que una tos

El descenso en las coberturas de vacunación, principalmente durante la pandemia por COVID- ha causado un aumento preocupante de coqueluche, conocido también como tos convulsiva.
En Chile, hasta la última semana de julio, se habían confirmado 394 casos, cifra superior a la registrada pre-pandemia. La tasa de incidencia acumulada llega a 1.9 casos por cada 1000 habitantes. Los más afectados son los niños menores de 14 años, con un promedio de 5 años.
En nuestro país, el Programa Nacional de Inmunización (PNI) establece la vacunación contra coqueluche a los 2, 4, 6 y 19 meses con la vacuna hexavalente con un refuerzo en primero y octavo básico, con la vacuna dTpa que también deben recibir las embarazadas desde las 28 semanas de gestación.
El Ministerio de Salud ha enviado un oficio a todos los establecimientos de salud en el que llama a reforzar diferentes medidas con el propósito de disminuir los casos, especialmente en los grupos con mayor riesgo de complicaciones que incluso pueden causar la muerte.
La primera medida es intensificar la vigilancia epidemiológica, reforzando el diagnóstico y tratamiento oportuno en los niños menores de un año, personas con inmunosupresión y mayores de 65 años y asegurando la notificación al sistema de vigilancia epidemiológica ministerial.
También se busca fortalecer la vacunación programática contra coqueluche de los grupos objetivos, según el calendario del PNI así como la puesta al día de la inmunización en las personas con esquemas incompletos.
¿Qué es la tos convulsiva o coqueluche?
Es una enfermedad altamente contagiosa que se transmite principalmente por vía aérea a través de las gotitas que exhalamos al toser o estornudar.
La bacteria responsable de la enfermedad es la Bordetella pertussis que produce una infección en la faringe, que también puede afectar la laringe, la tráquea y los bronquios. Se caracteriza por provocar una tos intensa, persistente y espasmódica, con silbidos (sibilancias) y dificultad para respirar.
¿Quiénes tienen mayor riesgo?
El Minsal define los siguientes grupos de riesgo:
- Lactantes menores de 1 año, independiente de su estado de vacunación.
- Personas con enfermedad pulmonar crónica o fibrosis quística y cardiopatías con insuficiencia funcional.
- Niños menores de 2 años con esquema de vacunación incompleto.
- Mujeres embarazadas en el tercer trimestre de gestación.
- Adultos mayores de 65 años.
- Personal de salud con atención clínica directa con pacientes.
¿Cómo prevenir?
Al igual que con todas las enfermedades respiratorias, las medidas preventivas son:
- Evitar el contacto con personas con síntomas respiratorios, especialmente lactantes menores de 6 meses.
- Utilizar mascarilla si se tiene síntomas respiratorios.
- Evitar lugares con aglomeración de personas.
- Reforzar las medidas de higiene respiratoria: cubrir boca y nariz con el antebrazo al toser o estornudar y utilizar solo pañuelos desechables que deben ser desechados en la basura inmediatamente después de usarlos.
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón o, si ello no es posible, utilizar soluciones con alcohol.
- Ventilar frecuentemente los espacios.