OPS actualiza información sobre el virus influenza A (H3N2)
La Organización Panamericana de la Salud entregó una actualización sobre el aumento de la circulación del virus de influenza A denominado H3N2 en varias regiones del mundo. Reiteró, además, el llamado a fortalecer la vigilancia del virus y promover la vacunación, especialmente entre adultos mayores y personas con factores de riesgo.
En la misma nota informativa, el organismo mundial insta a tratar oportunamente los casos y a preparar los servicios de salud ante la aparición temprana o más intensa de enfermedades respiratorias.
Datos recientes dan cuenta de la circulación de la sub-variante K, que ha crecido rápidamente en Europa y en varios países asiáticos en los que representa una proporción importante de los virus de la influenza A (h3N2) analizados. Históricamente, las temporadas dominadas por influenza A (H3N2) se asocian con un mayor impacto en la salud de personas adultas mayores.
El aumento progresivo de los casos de la sub-variante K se registra también en América del Norte.
La OPS sostuvo que la evolución genética observada en la variante K es parte del proceso natural de variación del virus de la influenza estacional y que, aunque la evidencia sobre la efectividad de la vacuna de esta temporada es aún limitada, datos preliminares obtenidos en Europa indican que la vacunación ofrece una protección similar a la de los años anteriores frente a la enfermedad grave.
Recomendaciones
La OPS llamó a los estados miembros a mantener y fortalecer la vigilancia epidemiológica, virológica y genómica así como garantizar una alta cobertura de vacunación, el tratamiento oportuno de los casos y el el reforzamiento de los servicios de salud.
Reiteró, además, la importancia de la vacunación contra la influenza estacional para adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y otros grupos con mayor riesgo de complicaciones, subrayando que proteger a estas poblaciones también reduce la presión sobre los servicios de hospitalización.
Las medidas preventivas personales -como el lavado de manos, cubrirse al toser o estornudar y quedarse en casa en caso de fiebre o síntomas- continúan siendo fundamentales para limitar la transmisión.