La decisión del ISP se adoptó a pocos días de la aprobación completa del producto por parte de la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos. La vacuna cuenta ya con registro sanitario en Estados Unidos, Canadá y Suiza y está autorizada para uso de emergencia en más de 50 países. Moderna se suma así a Pfizer, Sinovac, Cansino, AstraZeneca, Jannsen y Sputnik-V, todas aprobadas por el Instituto de Salud Pública.
Spikevax, nombre comercial del producto, está indicada en un esquema de dos dosis, con un intervalo de 28 días y su perfil de seguridad se considera favorable.
En su aprobación, el ISP sostuvo que “la eficacia demostrada en los primeros estudios clínicos realizados en 2020, en personas que recibieron sus dos dosis, fue de aproximadamente 94%.
El Ministerio de Salud informó, además, que el gobierno chileno logró un acuerdo para adquirir dos millones de dosis de la vacuna desarrollada por Moderna, las que serán parte de la campaña de cuarta dosis recientemente iniciada.
Al igual que la vacuna de Pfizer, la de Moderna está basada en ARN mensajero. En términos simples, es una vacuna que lleva información genética del virus la que se asemeja a la señal utilizada por el virus para producir la proteína Spike y la infección. La vacuna produce una proteína similar, pero en vez de contagiar estimula al sistema inmune para producir anticuerpos contra el SARS-CoV-2.