¿Cuál es tu destino de vacaciones?

¿Te imaginas volver de tus vacaciones y al cabo de un par de días ver que algo se mueve bajo la piel de tu pie?
La larva migrans es uno de los recuerdos que puedes traer de tu viaje. Es una parasitosis ocasionada principalmente por las larvas de Ancylostoma braziliense y Ancylostoma caninum. Los perros y gatos son los hospederos definitivos, los que depositan sus heces infestadas con huevos contaminando la arena de las playas. Las larvas posteriormente eclosionan por la humedad y el calor. Los seres humanos son afectados por esta enfermedad al tener contacto directo con la arena, como ocurre al caminar con los pies descalzos.
Pero la larva migrans no es el único peligro. También son vectores de enfermedades los mosquitos, el agua y los alimentos contaminados, entre muchos otros factores.
Por eso es tan importante que antes de iniciar tus vacaciones te informes acerca del lugar al que vas, el clima y los riesgos que puedes encontrar para tu salud.
Especial cuidado hay que tener si tu destino está en el Caribe, Brasil o México.
La doctora María Cristina Ajenjo, infectóloga y asesora del Observatorio de Enfermedades Infecciosas UC, recomienda:
- Nunca bebas agua directamente de la llave. Elige siempre agua embotellada.
- Consume solo alimentos cocidos y en locales establecidos. Nunca compres ni consumas alimentos en la calle. Tendrás mayor riesgo de contagio de infecciones entéricas que producen diarrea y/o vómitos.
- Asegúrate de tener sus vacunas al día incluyendo COVID-19 e influenza. Consulta con un especialista en medicina del viajero para evaluar la administración de otras vacunas o el uso de medicamentos específicos según tu destino. Por ejemplo, para la malaria.
- Usa repelente antimosquitos con DEET mínimo de 30%.
- No camines descalzo por la arena en playas donde vea perros y/o gatos. Allí habrá más riesgo de contagio de larvas.
- Si viajas fuera del país, toma un seguro de salud.
- No olvides usar protector solar.
- Lo más importante, lávate las manos a menudo con agua corriente y jabón. Cuando no puedas, usa alcohol gel.