Crónica de un brote anunciado

El actual brote de sarampión que remece al mundo ha sido calificado por los expertos como “muy severo en personas no vacunadas”. No es para menos toda vez que hasta febrero de 2025 el número de casos registrado en 2024 se había multiplicado por 4.5 veces.
El año pasado se confirmaron 334.144 casos. El 90%, en países con niveles socioeconómicos medios y bajos y con una mortalidad mayor en niños de menores de un año.
Los datos fueron presentados por las doctoras Katia Abarca y Francisca Jung, especialistas en infectología pediátrica de la Facultad de Medicina UC, con el título “Crónica de un brote anunciado: el regreso del sarampión”.
Los antivacunas
Una de las principales causas de este aumento en los casos de sarampión responde a la sostenida baja en los niveles de vacunación, especialmente debido a la presión de los grupos antivacunas, dicen las especialistas. Según cifras internacionales, calculan que durante los años de la pandemia más de 15 millones de niños no recibieron la vacuna del sarampión ni la que les protege de difteria, tos ferina y tétanos.
El surgimiento de estos grupos -que en 2019 la OMS nombró como una de las 10 principales amenazas a la salud global- se atribuye a las redes sociales, el aumento de la visión libertaria que alude a que la decisión de vacunar es individual y la opción por una “vida más sana y natural”.
¿Cuándo se encendieron las alertas?
En febrero de 2025, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica para la Región de las Américas que recién en 2024 había sido declarada como “libre de sarampión”. Además, las Américas estaban libres de rubéola (incluyendo la rubéola congénita, y poliomielitis, enfermedades también prevenibles con vacunas seguras y altamente efectivas. En Chile, en 1993, se declaró la interrupción de casos autóctonos lo que representa la eliminación de la enfermedad.
En el mismo documento, la OPS llamó a los estados miembros a reforzar las estrategias de vacunación, vigilancia epidemiológica y respuesta inmediata ante casos sospechosos.
Las doctoras Abarca y Jung lamentaron que pesar de todas las acciones y a la advertencia de la OPS en marzo de este año de que a región se encontraba en “situación de riesgo” , durante las primeras semanas se notificaron 268 casos en la región incluyendo la muerte de una niña en Argentina.
“La confirmación de casos de sarampión en países tan cercanos como Bolivia y Argentina pone en particular riesgo a nuestro país en el que el último caso se registró en 1992”, sostienen.
¿Cómo se transmite?
El sarampión fue descrito por vez primera en Persia, en el siglo II. Llegó a América durante la colonización española, aunque entonces se desconocía el mecanismo de transmisión de la enfermedad.
Su nombre proviene del latín sirimpio-oniz, erupción de la piel, y se le conoce comúnmente como “alfombrilla”.
Hoy se sabe que el contagio ocurre a través de gotitas que se exhalan al estornudar o toser y que el virus permanece hasta dos horas en el aire y las superficies. Su periodo de incubación promedia entre 7 y 23 días mientras que los síntomas se mantienen entre 2 a 4 días. Se caracterizan por tos, romadizo, conjuntivitis no purulenta, fiebre alta, fotofobia, compromiso general y manchas en la piel.
Complicaciones
Con la enfermedad ya establecida, en el 30% de los casos se presentan complicaciones como diarrea, neumonía, otitis, conjuntivitis y otras afecciones oculares y neumonía de células grandes que puede ser fatal.
Rara vez se presenta una encefalitis, considerada muy grave, que puede ocurrir de forma precoz y hasta 6 a 10 años de diagnosticado el sarampión.
El llamado de las especialistas es mantener y reforzar las campañas de vacunación, la única opción segura y efectiva de evitar que el sarampión reaparezca en nuestro país.
La proximidad del brote de sarampión es que las doctoras Abarca y Jung prepararon esta presentación que resume la situación epidemiológica de la enfermedad en el mundo, recuerda la enfermedad clínica y pone énfasis en la necesidad de cumplir con los esquemas de vacunación, especialmente en los viajeros que no cuentan con la inmunización completa, así como estar atento ante casos sospechosos y actuar según la norma nacional.
Puedes ver la presentación completa de las doctoras Abarca y Jung haciendo clic aquí.