“Ante un efecto adverso, hay que detenerse y analizar”

 

Dra. Marcela Ferrés Garrido, infectóloga pediátrica.
Departamento de Enfermedades Infecciosas e Inmunología Pedátricas UC.

La noticia de que un niño debió ser hospitalizado luego de recibir una dosis de vacuna Sinovac en conjunto con la triple que protege contra difteria, tétanos y coqueluche encendió las alertas y la preocupación de la comunidad.

Como especialistas nos preocupa que la difusión apresurada de noticias como esta pueda mermar, sin un real fundamento, la confianza de la población sobre los programas de vacunación.

La ocurrencia de eventos post vacunación que inicialmente pueden no tener otra explicación siempre deben ser sujetos de atención. De hecho, los médicos tratantes y los laboratorios fabricantes tienen la obligación de reportarlos e iniciar así un análisis completo, a cargo de expertos y según definiciones estandarizadas. Este análisis debe ser hecho por un ente neutro y debidamente capacitado para ello. En Chile, esto lo realiza el Centro Nacional de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública.

Análisis y evaluación

Lo más importante es detenerse y analizar con cuidado lo ocurrido. En primer lugar, la sola aparición de un evento post vacuna no necesariamente implica una relación causa-efecto. Es necesario realizar un completo estudio y ojalá un diagnóstico lo más preciso posible de lo ocurrido. Luego es necesario buscar una plausibilidad biológica, es decir una asociación lógica entre el tipo de vacuna, su composición, su mecanismo de acción   y el evento.

Hace años la administración de la vacuna Rotashield del laboratorio Wyeth para prevenir la diarrea causada por rotavirus se asoció con casos de obstrucción intestinal.  En ese caso, se concluyó que se trataba claramente de un evento asociado a la vacuna y esta fue retirada del mercado para siempre. Ello es un ejemplo de que los sistemas de vigilancia poseen la capacidad de detectar eventos de seguridad post vacuna y tomar medidas cuando corresponde. Es indispensable hacer esas consideraciones antes de apresurarnos a asociar y generar desconfianza en la seguridad de una vacuna.

Seguridad y eficacia

En relación con el caso registrado en Puerto Montt, aun cuando exista una asociación probable entre la vacuna y el evento ello no implica que la vacuna sea insegura y no deba usarse. El uso de medicamentos o vacunas se asocia en una proporción de personas a reacciones adversas probablemente condicionada por factores genéticos.

Uno de los argumentos que cuestiona las vacunas para SARS CoV-2 es que se han autorizado en forma rápida. Sin embargo, este desarrollo no ha sacrificado la seguridad y solo fue posible gracias a los avances en investigación en los 10 años previos a la aparición del virus del SARS 1. Varias de las plataformas tenían trabajo adelantado en ensayos animales y humanos. A esto se sumó el apoyo económico, así como la estrecha y fluida colaboración de organismos regulatorios que fijaron además requisitos muy estrictos para avanzar de una fase a otra del desarrollo de las vacunas. Además, la altísima incidencia de COVID-19 permitió en corto tiempo demostrar su eficacia y seguridad, sin observarse eventos adversos graves asociados en los ensayos clínicos.

Las vacunas son una de las estrategias de salud pública que más vidas han salvado en el mundo. Según la OMS, cada año se previenen entre 2 y 3 millones de muertes solo por sarampión, difteria, tétanos y coqueluche. Por ello, en medio de una pandemia por SARS CoV-2, parece más relevante que nunca actuar con prudencia en los mensajes asociados a eventos post vacuna y esperar un análisis cuidadoso antes de emitir juicios.

La vacunación de niños contra COVID-19 se justifica -entre otras razones- para permitir que ellos vuelvan a su vida  normal y dejen los  confinamientos prolongados que les  han causado graves trastornos tales como obesidad , depresión, retraso del habla y del desarrollo.

Otra poderosa razón es que de mantener a esta población sin vacuna estaríamos exponiéndola a nuevas y futuras variantes de SARS CoV-2 cada vez mejor adaptadas para transmitirse y dañar. Y si esas variantes no encuentran suficientes adultos susceptibles, atacarán con fuerza a los niños.

 

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