Virus del COVID-19 sigue mutando

Casi la mitad de los casos de COVID-19 detectados en las últimas semanas corresponden a la nueva variante del virus SARS-Cov-2 denominada XFG, conocida popularmente como “Frankestein”, que es la cepa que está predominando a nivel mundial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó un crecimiento sostenido que refleja su capacidad de expansión: al 22 de junio representaba el 28.4% de los casos detectados; el 29 de junio, alcanzó el 34.4%; el 6 de julio, 39%; el 13 de julio el 46.6% y el 20 de julio. Llegó al 48.3%, según los últimos datos.
Su trayectoria le valió a XFG la inclusión en la lista de “variantes bajo monitoreo” del organismo que sigue de cerca su comportamiento en Asia, Europa y América latina.
XFG es una subvariante de Ómicron surgida de la recombinación de las cepas LF.7 y LP.8.1.2, un proceso natural en la evolución del SARS-CoV-2 que le permite adquirir rasgos nuevos. El apodo de “Frankenstein” se debe a su origen híbrido, comparado con la criatura creada por Mary Shelley.
A los síntomas habituales del COVID-19, el XFG suma la ronquera o pérdida temporal de la voz.
Hasta ahora, la evidencia disponible sugiere que XFG no representa riesgos adicionales para la salud pública en comparación con otras variables del SARS-COV-2. La nueva variante ya ha sido notificada en Argentina y Brasil.
En ese contexto, la OMS enfatiza la importancia de mantener los sistemas de vigilancia genómica y epidemiológica para detectar eventuales cambios en el virus que podrían retrasar las respuestas sanitarias ante el aumento de casos o la aparición de síntomas diferentes a los conocidos.